Al enterarse que Evo Morales fue elegido presidente con el 54 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales, lo primero que sintió fue impotencia y rabia. Luego fue desesperación. Él, el camarada “León 88”, que desde sus 15 años había elegido ser un neonazi, no sabía qué hacer en un país gobernado por “la extrema izquierda y a la cabeza de un indígena”. Fue en diciembre del 2005 que recién se dio cuenta que vivía rodeado de “indios”.
Hoy tiene 25 años y el hecho de vivir en la Bolivia de Evo le ha planteado un mayor reto personal: salvar al país, junto a sus camaradas, del peligro del comunismo.
“Soy racista, pero no en el sentido peyorativo de la palabra como los medios lo usan y la gente popular. Soy racista porque amo a mi raza”, reflexiona “León 88”, a quien lo contacté mediante un correo electrónico y que luego aceptó realizar una entrevista presencial en la ciudad de Santa Cruz. E intuyendo la obvia pregunta si su raza era la aria como lo pregonan los escritos nazis, para cuestionar su procedencia étnica en un país de mayoría indígena, se apresura y dice: “David Lane lo dijo muy claro: si alguien parece blanco, actúa como blanco, pelea por los blancos, hasta que no se pruebe lo contrario, es uno de los nuestros”.
David Lane –hoy preso– es uno de los más importantes ideólogos nazis estadounidenses, quien también escribió “Los 88 preceptos”, un manual donde señala entre otras cosas que “la homosexualidad es un crimen contra la naturaleza” o que “un pueblo que deja que gentes de otras razas vivan en su seno perecerá”. Es que “León 88” se ha leído toda la teoría que pudo haber obtenido sobre el neonazismo y sus orígenes tanto en las librerías como en internet y es tan vehemente y erudito al momento de explicar que una persona desprevenida hasta podría creerle todo lo que dice.
¿Nazis en un país de indios?
Aunque suene ilógico y poco creíble para el lector, en Bolivia –con una población indígena del 61 por ciento según el Instituto Nacional de Estadística (INE)– existen neonazis… y no son pocos.
La intolerancia hacia diferentes formas de pensar y vivir, como la homosexualidad, el mestizaje, la libre elección del aborto, las creencias religiosas, la prostitución, el rechazo al comunismo o al capitalismo son algunos de los rasgos comunes que identifican de forma general a los neonazis bolivianos. Para aclarar: nazi es la contracción de la palabra alemana NAtionalsoZIalistische Partei, que significa Partido Nacionalsocialismo (NSP por sus siglas en alemán) y los neonazis son los actuales seguidores de esta ideología, aunque aplicada a cada realidad en la cual viven.
“Quizás los indígenas son los que más están trabajando para lograr un lugar histórico en nuestro medio, han sido explotados y masacrados, es natural que algunos quieran una revancha y que sean los mestizos y blancos los que sufran y ‘paguen’ estas consecuencias. Pero el indígena aún no es libre, lo será cuando reclame su lugar dentro la historia dejando de lado el ser en algunos aspectos marioneta de lo que hemos llamado ‘intelectuales anacrónicos’ (actuales gobernantes), los cuales les han vendido a costa de la miseria la lucha de clases y el avivamiento de la idea genocida del desquite”, explica JEML, fundador y el responsable encargado para la entrevista con la Unión Radical Nacional Socialista de Bolivia (URNSB), la principal organización neonazi boliviana, que tiene un sitio en internet (www.urnsb.tk) y correos electrónicos para ser contactados (urnsb@hotmail.com).
Seguridad ante todo
Calcular la cantidad de neonazis en el país es imposible, aunque se pueden identificar algunas organizaciones. Cuando preguntamos cuántos miembros tiene la UNRSB, JEML sólo contestó: “por razones de seguridad interna la pregunta formulada no será respondida, sólo vamos a contestar que contamos con sedes en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí”.
No hay duda que la seguridad para mantener en secreto su identidad es primordial. Antes de aceptar la entrevista mediante intercambio de preguntas y respuestas vía electrónica, JEML nos ofreció todo el apoyo y material necesario para nuestro cometido siempre y cuando se guardara “discreción y la privacidad de identidades, que es vital”. Esto principalmente porque actualmente son investigados por los departamentos de inteligencia de la Policía y las FFAA a raíz de una denuncia presentada por la Defensoría del Pueblo hace más de un año ante la Fiscalía General de la República que ordenó la respectiva pesquisa.
A JEML lo pudimos contactar vía correo electrónico luego de escribir un par de veces a urnsb@hotmail.com y aunque se mostró cooperativo nunca se realizó la entrevista “previa” para que pueda explicarme los antecedentes del nacionalsocialismo.
“León 88” también es muy cuidadoso. No brinda datos de sus camaradas, pero afirman que son “miles”. También ha solicitado que este reportaje no entregue detalles que puedan revelar su verdadera identidad o rasgos físicos que puedan delatarlo –en realidad no conocemos ni su verdadero nombre, sólo lo identificamos como “León 88” y el contacto se hizo por un correo electrónico que él habilitó para tal efecto–. Tampoco nos ha permitido el uso de grabadoras o el teléfono celular y sólo podemos decir que la charla tuvo lugar en una “plaza pública de Santa Cruz”.
Cuando le preguntamos el por qué de su apodo, nos comentó que el León viene de la fortaleza con la cual luchará contra el actual gobierno y que “88” es un número muy frecuente en esta forma de vida. “El número significa HH (la letra hache ocupa el octavo puesto en el alfabeto) que en realidad es el saludo a nuestro gran líder: Heil Hitler”.
Nazis infiltrados
Si bien es conocido que los grupos de neonazis se identifican por llevar las cabezasrapadas o tatuajes con la esvástica (la cruz gamada) o como complemento en sus prendas de vestir, los neonazis bolivianos pueden pasar desapercibidos en la universidad, en la oficina o en alguna dependencia pública o privada y su perfil laboral puede abarcar desde un empleado hasta un profesional, aunque la mayoría de los entrevistados denota una alta preparación académica y una probable pertenencia a las clases medias y altas. Los que existen en Bolivia se identifican por una clara convicción política.
“Es que no puedes ser neonazi si no has leído, si no tienes cultura, si no sabes la historia de tu país pero conocerla de forma crítica y no tragártela como te da la dan. No cualquiera puede ser uno de nosotros, tiene que tener mucha preparación cognitiva, física y mental”, dice “León 88”, con aire de superioridad pero dispuesto a socializar su “conocimiento”.
De manuales y biblias
No hay duda que obtuvieron una buena educación –quizás de manera autodidacta– y que por lo general son rubios. Es el caso de José Terrazas, un antiguo militante de la Falange Socialista Boliviana (FSB) y que aún se declara acérrimo seguidor del nazismo, hoy retirado de la actividad política en su domicilio en las afueras de la ciudad paceña.
“No vamos a permitir que ese indio arruine nuestro país, antes que eso suceda vamos a pelear como nos han enseñado los alemanes contra el judaísmo, no vamos a dejar que Bolivia se convierta en un nido de comunistas”, dijo iracundamente Terrazas cuando lo entrevisté en su domicilio en el barrio de Kupini. A sus 70 años cree firmemente que el nacionalsocialismo es la única vía –una tercera opción– “entre la derecha decadente y el actual izquierdismo”. Y aunque vive rodeado de tecnología –su casa es la única con antena parabólica en su zona, cuenta con una moderna computadora con pantalla plana de plasma y una palm (pequeña computadora)– nunca se desprende de lo que considera es su “biblia”: “Mein Kampf” (“Mi lucha”), el libro de Adolf Hitler.
La lucha de Terrazas ahora es pasiva aunque militó desde sus 15 años en la FSB de Óscar Únzaga de la Vega, llegando a ser comandante de las Camisas Blancas. “El año 1958 yo comandaba una escuadrilla de 15 muchachos de la zona de Miraflores y estaba bajo las órdenes de Portugal Montalvo, le decíamos el Flaco Portugal; nos proveían de armas, pistolas y a veces ametralladoras de mano. La instrucción militar la recibimos de mayores y capitanes de la división Brandeburgo de Alemania, que llegaron a nuestro país. Éramos los mejores entrenados en ese entonces”, recuerda Terrazas, uno de los falangistas dispuestos a reconocer el carácter nacionalsocialista del FSB.
Estudiaba en el Colegio San Calixto de La Paz, a donde llegaron varios curas partidarios del ex dictador español Francisco Franco (18921975) y a quienes debe su inclinación nacionalista, al igual que miles de bolivianos que buscaban un norte político. “Éramos jóvenes, éramos rebeldes y necesitábamos algo nuevo en qué creer en momentos en que el MNR dominaba el escenario político”, explicó Terrazas.
La acción concreta
“Si en Santa Cruz no permitimos que se realicen los desfiles de homosexuales es porque eso va contra la naturaleza humana y si para ello tenemos que usar la fuerza pues la hemos usado y la seguiremos usando. Esperen a sentir nuestra fuerza el próximo junio cuando esos degenerados intenten exhibir su inmoralidad”, manifiesta “León 88”. También confiesa que muchos nacionalsocialistas estuvieron presentes cuando los “campesinos” intentaron entrar a la ciudad de Santa Cruz, comandados por los dirigentes de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), considerado un brazo “armado” del Comité Cívico Pro Santa Cruz.
“Tuvimos buenos y malos presidentes en la UJC pero todos aportaron para crear una identidad cruceña y a amar a nuestra raza, como Luis Fernando Camacho, Juan Ramón Banegas (quien falleció el 2003), Eduardo Zurita y actualmente con Jorge Begner Hollweg. No puedo decir quién nos los dio, pero siempre tuvimos y tenemos a disposición laques, bates, palos, escudos, manoplas, sables de hierro y hasta gases lacrimógenos para cuidar a nuestra ciudad”, cuenta “León 88”, quien milita en la UJC desde hace diez años.
Incluso uno de los ex dirigentes de la UJC, Nino Gandarillas, que durante su gestión en 1983 dijo que “se organizó la Guardia de Honores con un orden fascista”, mientras que los unionistas Mario Vargas y Fernando Villarroel reconocieron que hoy en día la agrupación se ha desvirtuado por la cantidad de personas de diversas clases que han ingresado últimamente, según el reportaje que hizo un grupo de estudiantes de periodismo de la UPSA (Universidad Privada de Santa Cruz) y publicado en el blog del periodista estadounidense Andrew Glazer de la agencia AP.
La UJC actualmente cuenta con 130.000 miembros en todo el departamento de Santa Cruz, según cuenta Wilberto Zurita, hoy vicepresidente de la UJC, y niega cualquier vínculo con los neonazis (ver recuadro).
La propia URNSB admite el nexo de muchos neonazis con la UJC pero a la vez lo condena. “Hay muchos jóvenes nacionalsocialistas que se han sumado a estas agrupaciones, que si bien tienen sesgos fascistas están siendo promocionadas junto a varias otras por la derecha y sus variaciones radicales como la extrema derecha. Son agrupaciones que al ser brazos armados de la extrema derecha han dado pie a confusiones ideológicas y desvíos bastante graves. Lo decimos de frente: los nacionalsocialistas no tenemos nada que ver de bueno ni apoyar a las derechas, son apéndices de los estratos más conservadores, masónicos y racistas coloniales”, explica JEML.
Contactos con el exterior
En los últimos cinco años los neonazis bolivianos se han caracterizado por realizar sus actividades de forma imperceptible ante la ciudadanía, aunque de vez en cuando aparecen graffitis en algunas calles de la ciudad, como en el Cementerio Judío de Cochabamba, la realización de congresos nazis y anticomunistas o el pronunciamiento en internet sobre acontecimientos políticos. Es que la red se ha convertido hoy en día en el principal instrumento para difundir las ideas neonazis. Basta buscar un poco en internet para encontrar a varios militantes de esta ideología y sus respectivos nexos con sus similares en la región, principalmente con los neonazis chilenos.
Por ejemplo, la URNSB figura entre las 30 organizaciones neonazis de 23 de todo el mundo que pertenecen a la Unión Mundial de Nacional Socialistas (World Union National Socialist). “Hubo hace tiempo la Confederación Anticomunista Unificada de Sociedades Americanas que reclutó a muchos nacionalsocialistas pero al final de cuentas estaba patrocinada por la extrema derecha norteamericana, que es un ejemplo más de desvíos ideológicos. Hoy no formamos parte de la Liga Anticomunista”, apunta JEML, coordinador general para Bolivia ante la World Union National Socialist.
También existen varios foros públicos donde neonazis bolivianos debate y exponen sus ideas. La principal se encuentra en el foro que habilitó la radio WKM (91.5 FM) con sede en la ciudad de Oruro.
Ni Evo ni la derecha
Los neonazis ven al presidente Evo Morales como un peligro pues encarna al comunismo y que pretende perpetuarse en el poder. “El señor Evo Morales ha tenido una gestión en principio bastante complicada originada por supuesto en el anacronismo de sus allegados que al final de cuentas son los que gobiernan tras bambalinas, este anacronismo que menciono está referido a las posturas seudocomunistas de un grupo de supuestos intelectuales que en menos de 24 horas pasaron de ser los niños hippie que no querían crecer nunca para pasar a estar en el gobierno y poder dar rienda suelta a sus ideas elucubradas por sus barbudos teóricos soviéticos”, señala JEML.
Por su lado, “Alberto” un neonazi tarijeño, afirma en el ciberespacio que los comunistas del actual gobierno sólo se quejan por el pasado afirmando que “ya es hora de denunciar el racismo que se sufre, de que la sociedad blancomestiza empiece a pagar su deuda histórica, de dar voz a los marginados… Todo esto lo dicen indigenistas e izquierdosos que se pasan su vida paseándose por todo el mundo, en medio de banquetes, indigenistas como Evo Morales”, critica “Alberto” (hitler_polzl666@hotmail.com).
Respecto a los partidos políticos de la derecha estas voces son uniformes: la derecha ha robado al país durante décadas y han empobrecido al indígena. “Nos molesta el individualismo de estas clases y su pensamiento retrograda de seguir queriendo ser servidos por las ‘razas inferiores’ según lo parecen ver y entender equivocadamente”, apunta JEML.
Repudio a gays e indios
Asimismo, la comunidad de homosexuales no reciben ninguna crítica buena. “La decadencia de un pueblo va de la mano con la decadencia que esta dispuesta a soportar, se habla mucho de ser tolerante, incluso se ha dejado de ver la homosexualidad como una enfermedad mental y verla como una ‘opción sexual’. El Día de Orgullo Gay nos muestra una faceta más de un mundo en ruinas, se debería tratar a estas personas profesionalmente”, sentencia JEML.
Los indios, según el tarijeño “Alberto”, son las personas privilegiadas al recibir ayuda externa pero su “rencor social” le impide crecer. “Sólo hay un tipo de persona que necesita andar llorando por el mundo con mentiras: el indigenista. Con la cantidad de dinero que han recibido no han sido capaces de vivir respetando a los demás y se han acostumbrado a no trabajar. En el fondo no hacen más que declarar al mundo la pobreza de su alma, el resentimiento social, el odio al trabajo y la violencia que quieren desatar contra quienes son mejores que ellos. Estos indios son como los judíos… si Hitler mató a los judíos es porque no conocía a estos indios”. También critica a algunas manifestaciones de cultura tildándola de “subculturilla”. “El acervo cultural eurohispanoamericano está siendo reemplazado por la escoria tribal indigenista, una subculturilla de porquería, con sus emplumados y sus bailes ridículos que nada tienen de tradición ancestral, sino que son montajes diseñados por ‘culturalistas’ de izquierda”.
Respecto a las fiestas paganoreligiosas, JEML afirma que las mismas son respetables desde el punto de vista de la fe pero critica los excesos. “Hay una mayoría de personas, en especial jóvenes que las utilizan para otros fines, existen actitudes bastante hipócritas ya que si fuera cuestión de espíritu humano yo preferiría gastar los 100 dólares que cuesta mi traje y darlo a obras de caridad, eso agradaría más a Dios si tomamos la fe de esa forma. Sería mucho más fácil si alguien en vez de enmascarar sus desenfrenos como acto de fe y promesa diga de frente que está yendo a emborracharse y perder el juicio, es mucho más honesto. Un ejemplo es el carnaval de Oruro”.
Richard Sánchez-La Época
Foto: tomada del blog de María Escándalo
Contra la nazion camba y xenofoba:
ReplyDeleteNo se puede admitir la división de un país por el simple hecho de que no te gusta el color de piel de tu vecino o porque a algunos empresarios y terratenientes regionalistas les conviene mas enarbolar banderas fascistas y declarar la supremacía ario-cruceña en arengas camarales solo para favorecerse de las riquezas de un país.
Denuncio a los cívicos regionalistas que proclaman la “nazion camba” y que no son representativo de un país, denuncio a aquellos que organizan una senil comparsa divisionista que enarbola la violencia racial como bandera de lucha.
http://es.wikipedia.org/wiki/Nación_Camba
http://nazioncamba.webcindario.com/
Como decía un ilustre y representativo ciudadano cochabambino: "En dos palabras, impresionante" (¿im presionante? ¿impre sionante? ¿impresio nante? ¿impresionan te?)
ReplyDeleteVamos sacando conclusiones: "...si alguien parece blanco, actúa como blanco, pelea por los blancos, hasta que no se pruebe lo contrario, es uno de los nuestros". Si ése es el caso, el blanco más blanco que conoce la humanidad es Michael Jackson...
Salud-os democráSIcos...
je, je, je
ReplyDeleteYa me hiciste reir, ego.
Saludos Rebeldes [Antiracistas]
Y yo que pensaba que acá había tipos locos!! La estupidez no tiene límites amigo Rebelde.
ReplyDeleteRecuerdo que en una conversación con un amigo de descendencia mapuche (conversación acompañada por un buen vinito chileno para ser sincero) nos confesó, en medio de un ataque de honestidad, que él era nazi.
Para que te digo las risotadas que provocaron sus palabras, la idea de de verlo apaleado por nazis alemanes mientras gritara: soy de los suyos!! nos mató de la risa.
Es tanta la confusión, real o creada, que siento que hay en tu país y tantos los intereses en juego que no me llama la atención que actitudes como estas sean cada día más comunes.
A río revuelto ganancia de pecadores (o pescadores? ya lo olvidé) creo que por ahí está el quid del asunto, si se tiene claro quienes son los propiciadores de ese clima de intolerancia es más fácil enfrentarlo.
Sin embargo, no creo que esta intolerancia y este racismo del que se habla, sean algo nuevo, quizás estaban ocultos o se negaban, pero me da la impresión que latían aunque no se vieran.
Son sólo opiniones de alguien que también tiene intereses en Bolivia... aunque no económicas :D
Saludos desde el sur de Chile.
Addenda a mefistum:
ReplyDeleteContinuando con las anécdotas infantiles de esta larga y angosta faja de tierra, pero viendo el lado opuesto, aporto la mía. Un amigo de infancia que asistía a mi cumpleaños número 20 ó 21 aprovechó la ocasión y la circunstancia, repleta de futuros sociólogos, para sacar a relucir su compromiso con valores "avanzados". Haciendo caso omiso del hecho de que el auditorio estaba más interesado en los placeres de Baco que en largas peroratas sobre la emancipación, este amigo se embarcó durante una hora en una defensa de los derechos mapuche. Uno de los auditores, medio turbado por la discordancia entre discurso y pinta que exhibía el orador, al terminar la alocución le preguntó: "Disculpa, ¿cómo te llamas?" El elocuente defensor de los derechos mapuche contestó: "Mark Stegmeir Krütelen". Y, en efecto, como habitante de la ex región de los lagos que era, no dejaba de representar al grupo de alemanes que a fines del siglo XIX, favorecido por una política pública xenófoba de poblamiento del sur de Chile, había llegado a "hacer progresar" esa región. Mientras unos mapuche se declaran nazis, unos alemanes-chilenos que están acá a causa de una política cuasi nazi se declaran defensores y partidarios de los mapuche. Mapuche pro-nazis, alemanes pro-mapuche. ¿Qué más se puede decir? Siglo XXI, cambalache, problemático y febril...
Saludos democráSIcos...