Cuando se está convencido de algo, sea lo que sea, es imposible ver más allá de lo que nuestra limitada percepción nos permite, especialmente si estamos en una posición -como lo están los dueños del periódico cruceño 'El Deber'- de quedarnos con la última palabra.
El editorial en cuestión (12 de Junio de 2008) insiste de manera sutil en la necesidad de que el 'Departamento Autónomo' de Santa Cruz sea aún más independiente del 'centralismo', pues 'la parte alta del país' que 'encajaba' a sus pares, siempre y cuando estuviesen identificados con su linea de pensamiento, es perjudicial para los cruceños que, en cierta medida, son mejores para esos cargos. Nada nuevo hasta aquí: siempre la misma queja repetitiva.
Lo mejorcito viene después cuando dejan escapar sus lamentos por la designación de nuevas autoridades policiales en ese departamento; pero, para que no suene tan quejumbroso -y al a vez estirando al máximo sus tentáculos autonomistas- añaden a su lista de necesidades al ejército, a las corporaciones, y a los organismos estatales (no menciona cuáles, aunque podemos ir intuyendo).
Todos podemos leer entre líneas: 'necesitamos nuestra policía, nuestro ejército, nuestras corporaciones y nuestras instituciones estatales', y no me sorprende que los Rivero piensen así ya que ese pasquín es suyo como esa tierra es suya y no se necesita mucho cerebro para entender que quieren que se quede así, aunque se contradiga diciendo que esos infiltrados se hayan desplazado 'desde el interior hasta nuestra fraterna siempre, Santa Cruz, cálida y hospitalaria' (!?).
Y, como siempre en este periódico, lo mejorcito viene al final cuando el Editorial de los Rivero relata que los que se unieron a su causa son los buenitos de la película y los que piensan diferente y no se unen a su causa son, obviamente, los malos, para quienes no existe límite de vejaciones posibles y, por lo mismo, el autor del libelo no se guarda en publicar algunos: apreciable caudal de indeseables, de rebeldes sin causa, de depredadores sin medida y sin freno que a la par de gratuitos resentimientos, de instintos deleznables, arremetieron contra el ecosistema sembrando la desolación donde antes había promesas y feraces bendiciones (sic).
Rebelde se pregunta si [el editorial] se refería a él (je, aunque no lo creo), o si se refería a los empresarios depredadores del oriente que introdujeron la caña, la soya, cebús africanos y demás 'productos agropecuarios' no nativos, semillas transgénicas y especies invasivas al oriente. O será que se refería a aquellos que despoblaron los montes del oriente usando el fuego para pastear UNA VACA en millones de metros cuadrados de tierra, destruyendo a toda especie animal o vegetal que existía en ese lugar para sacarle provecho a su madera y darle unos metros de hierba a la dichosa vaca sagrada del oriente, contaminando asi ríos, lagos y la atmósfera con una cantidad inconmensurable de gases de invernadero acelerando el calentamiento global.
Rebelde se pregunta si es que el editorial se refería a todos aquellos agricultores que están usando herbicidas, insecticidas, agroquímicos y fertilizantes de manera indiscriminada, utilizando a guaraníes, hombres, mujeres y niños, desprotegidos contra tales peligros mutagénicos y contaminando, a la vez que apropiándose, de reservorios acuíferos subterráneos y superficiales. Rebelde se pregunta si es que el Editorial se refiere a personajes específicos que no son de esa tierra como Dabdoud, Marinkovic, Weisse, o Dunsten Larsen y Co. Rebelde se pregunta con seriedad si es que todos esos inmigrantes son a los que el libelo se refiere. Lastimosamente, y ya siendo realista, creo que el clan de los Rivero se refiere a todo aquel que se oponga a sus planes personales, manipulatorios, difamatorios y separatistas. Se refiere a tipos como yo y como muchos de los que leen estas líneas y se oponen a que sus sueños de reyezuelos se hagan realidad. Esa es la verdadera intención de este editorial.
Creo que este pasquín haría muy bien declarándose de una buena vez como el portavoz de las élites orientales que controlan y detentan la tierra con fines lucrativos. Sería mucho más consecuente y, por mi parte, me ahorraría tiempo y dolores de cabeza; así, podría dedicarme a cosas más importantes que estar criticando las tonterías que dicen a la gente aprovechando su posición privilegiada de 'miedo de incomunicación' masivo.
El editorial en cuestión (12 de Junio de 2008) insiste de manera sutil en la necesidad de que el 'Departamento Autónomo' de Santa Cruz sea aún más independiente del 'centralismo', pues 'la parte alta del país' que 'encajaba' a sus pares, siempre y cuando estuviesen identificados con su linea de pensamiento, es perjudicial para los cruceños que, en cierta medida, son mejores para esos cargos. Nada nuevo hasta aquí: siempre la misma queja repetitiva.
Lo mejorcito viene después cuando dejan escapar sus lamentos por la designación de nuevas autoridades policiales en ese departamento; pero, para que no suene tan quejumbroso -y al a vez estirando al máximo sus tentáculos autonomistas- añaden a su lista de necesidades al ejército, a las corporaciones, y a los organismos estatales (no menciona cuáles, aunque podemos ir intuyendo).
Todos podemos leer entre líneas: 'necesitamos nuestra policía, nuestro ejército, nuestras corporaciones y nuestras instituciones estatales', y no me sorprende que los Rivero piensen así ya que ese pasquín es suyo como esa tierra es suya y no se necesita mucho cerebro para entender que quieren que se quede así, aunque se contradiga diciendo que esos infiltrados se hayan desplazado 'desde el interior hasta nuestra fraterna siempre, Santa Cruz, cálida y hospitalaria' (!?).
Y, como siempre en este periódico, lo mejorcito viene al final cuando el Editorial de los Rivero relata que los que se unieron a su causa son los buenitos de la película y los que piensan diferente y no se unen a su causa son, obviamente, los malos, para quienes no existe límite de vejaciones posibles y, por lo mismo, el autor del libelo no se guarda en publicar algunos: apreciable caudal de indeseables, de rebeldes sin causa, de depredadores sin medida y sin freno que a la par de gratuitos resentimientos, de instintos deleznables, arremetieron contra el ecosistema sembrando la desolación donde antes había promesas y feraces bendiciones (sic).
Rebelde se pregunta si [el editorial] se refería a él (je, aunque no lo creo), o si se refería a los empresarios depredadores del oriente que introdujeron la caña, la soya, cebús africanos y demás 'productos agropecuarios' no nativos, semillas transgénicas y especies invasivas al oriente. O será que se refería a aquellos que despoblaron los montes del oriente usando el fuego para pastear UNA VACA en millones de metros cuadrados de tierra, destruyendo a toda especie animal o vegetal que existía en ese lugar para sacarle provecho a su madera y darle unos metros de hierba a la dichosa vaca sagrada del oriente, contaminando asi ríos, lagos y la atmósfera con una cantidad inconmensurable de gases de invernadero acelerando el calentamiento global.
Rebelde se pregunta si es que el editorial se refería a todos aquellos agricultores que están usando herbicidas, insecticidas, agroquímicos y fertilizantes de manera indiscriminada, utilizando a guaraníes, hombres, mujeres y niños, desprotegidos contra tales peligros mutagénicos y contaminando, a la vez que apropiándose, de reservorios acuíferos subterráneos y superficiales. Rebelde se pregunta si es que el Editorial se refiere a personajes específicos que no son de esa tierra como Dabdoud, Marinkovic, Weisse, o Dunsten Larsen y Co. Rebelde se pregunta con seriedad si es que todos esos inmigrantes son a los que el libelo se refiere. Lastimosamente, y ya siendo realista, creo que el clan de los Rivero se refiere a todo aquel que se oponga a sus planes personales, manipulatorios, difamatorios y separatistas. Se refiere a tipos como yo y como muchos de los que leen estas líneas y se oponen a que sus sueños de reyezuelos se hagan realidad. Esa es la verdadera intención de este editorial.
Creo que este pasquín haría muy bien declarándose de una buena vez como el portavoz de las élites orientales que controlan y detentan la tierra con fines lucrativos. Sería mucho más consecuente y, por mi parte, me ahorraría tiempo y dolores de cabeza; así, podría dedicarme a cosas más importantes que estar criticando las tonterías que dicen a la gente aprovechando su posición privilegiada de 'miedo de incomunicación' masivo.
La historia nos ensenha que cuando un gobierno empieza a atacar al mensajero, nada bueno sigue.
ReplyDeleteTe tendria un poco de respeto si tambien denunciaras las estupideces que RTP y TeleSur presentan, pero claramente tu objetivo no es la imparcialidad, sino que no le digan las verdades a este gobierno que la historia lo juzgara como uno de lo peores de la historia.
¡Qué chistoso! ¿Me respetarías si hago lo que dices? Pues, you te digo... ¡cuernos! El decir lo que uno piensa es un derecho del que todavía podemos gozar algunas personas, algún día quizás lo entiendas.
ReplyDeleteJajajajajaja compañero querido, lindo siempre has puteado. No es para menos, a mi me restringieron los periódicos por prescripción médica!!!! Y no tanto por el contenido, que es desde ya alarmante (lo sabemos) sino por que me generaba tales rabietas de leer tanta “libertad de expresión” conjunta e irresponsable. Gánate nomás los dolores de cabeza, acordáte de lo que dice el buen Dalton al respecto. Un abrazo enorme, súper pulcro tu texto.
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