Los 'miedos de incomunicación' corporativos no tienen el más mínimo interés en mostrar lo que pasa en Sapporo con motivo de la Cumbre del G8 que se llevará a cabo entre el 7 y el 9 de este mes. Para estas agencias de 'noticias' (Telemundo y AP y muchas más) en Sapporo sólo existen incidentes menores. Ellos no se han enterado -o no lo quieren decir- de las extremas medidas de seguridad practicadas en la ciudad, donde cualquier extranjero es detenido y cuestionado por la policía si es necesario asumiendo, por defecto, su potencial capacidad terrorista. No se han enterado de la protesta de esos extranjeros cuestionados.
A los grandes conglomerados mediáticos no les interesa que la AMARC haya organizado foros, simposios y reuniones multitudinarias donde la población civil ha podido expresarse libremente y sin censura acerca de lo que piensa. No se han enterado que las comunidades indígenas han estado activamente participando en foros para debatir sobre la necesidad de darles a sus poblaciones, comunidades campesinas o agrupaciones ciudadanas la posibilidad de transmitir su costumbre, forma de vida, necesidades, problemas e inquietudes a través del único medio que parece estar interesado en hacerlo: las radios comunitarias. ¡Incluso existe una cumbre alternativa al G8! Claro, a los conglomerados mediáticos esa necesidad les tiene sin cuidado y no se dan por enterados y quieren que el resto de la gente se quede igualito: ignorantes.
En Sapporo se han estado llevando a cabo infinidades de actividades relacionadas al Medio Ambiente, las Radios Comunitarias, Comunicación Alternativa, Interacción entre la universidad y la Sociedad, Políticas Mediambientales y Desarrollo Sustentable. Durante semanas la Universidad de Hokkaido, por ejemplo, ha estado llevando a cabo jornadas académicas reflexivas y críticas acerca de la necesidad que los países miembros del G8 (y los nuevos invitados a ese selecto grupo de ecodepredadores) tomen medidas concretas, compromisos directos y un estricto apego a los ya establecidos, como el Protocolo de Kyoto, vergonzosamente rechazado por los EEUU y secundado por el resto de miembros de esta banda.
Un profesor (próximo candidato al Premio Nobel de Química) inventor de las celdas de combustibles delgadas (una mezcla de materiales absorbentes de radiación solar, TiO2, y colorantes orgánicos para producir energía eléctrica de manera sustentable) recordaba la necesidad de un compromiso real de los gobiernos del planeta para afrontar la crisis energética actual que ha derivado en una infinidad de peligros reales para nuestras vidas, la de los animales y plantas y, en general, para el planeta mismo. ¿Es eso acaso una protesta menor?
La tribu Ainu, habitantes originarios de la isla japonesa y que fueron completamente exterminados por los samurais (la última superviviente muriendo hace ya varias décadas), ha dejado una marca indeleble en la memoria de sus descendientes que pudieron lograr rescatar -sin ninguna ayuda gubernamental- la memoria colectiva de esta cultura, su lenguaje, su manera de vida y su visión del planeta tierra (tan parecida a la visión del resto de culturas indígenas de la tierra). Ellos, conscientes de la importancia de estos acontecimientos, también han puesto su esfuerzo para organizarse y reunir representantes de otras comunidades indígenas de otros continentes. Todos ellos han expresado sus voces de protesta en los días pasados, y lo seguirán haciendo por lo que queda de esta semana. ¿Es otra protesta menor?
La verdad es que los 'miedos' que nos controlan han sabido hacerlo porque nunca cuentan la verdad de la gente. Nos cuentan la verdad que necesitan que sepamos; una verdad moldeada a la conveniencia del momento, una que se adecúe a sus planes y les libre de interferencias innecesarias: una verdad que le libre de protestas innecesarias. Es por eso que cualquier protesta real que provenga de esos actores sin voz es una protesta menor. La voz de protesta de los que nunca han tenido voz es una protesta menor, y como tal será siempre una noticia digna de ser olvidada. Para su desgracia, todavía existe gente que no se ha dado por vencida y le va a hacer la lucha. Rebelde también los apoya.
Nota: La Revista Agraria es uno de los proyectos comunitarios apoyados por el CEPES (Centro Peruano de Estudios Sociales) para promover la comunicación alternativa y también la expansión de las radios comunitarias. Los temas tratados en la revista involucran la participación activa de la población campesina e indígena para su análisis, pero sobre todo para su educación e información. Las actividades impulsadas a través del CEPES resaltan la participación de las mujeres, las comunidades indígenas y campesinas, la importancia del medioambiente, los derechos humanos y la defensa de la forma de vida y costumbres de las comunidades. Pero sobre todo, les da el poder a aquellos que no tienen voz para difundir su lengua, cultura y tradición de manera libre sin demandas ni exclusiones. Es, por lo tanto, un instrumento de protesta que está al servicio de la gente y que, por supuesto, tiene talla menor para los conglomerados mediáticos que no han dejado de ignorarlo, pues, es sabido que éstos no se especializan precisamente en aquellos temas.
que asco... como se encubre la realidad...
ReplyDeletevi lo del banquete que se dieron, los que lucharan contra el hambre y la falta de alimentos... que paradojico!
suerte en japon mi estimado, espero que les haya ido muy bien con todo esto!
un abrazo y muchos saludos!!