Gobernador, devuelva los ejemplares que les robó a nuestros lectores en Cobija
Tal como he solicitado telefónicamente al cc. Iván Cornejo para que le transmita a Ud. mi indignación sin límites por la actitud suya, que raya en lo delincuencial, le reitero mi exigencia para que se proceda a la devolución de los dos paquetes del periódico Sol de Pando que Ud. se apropió indebida y abusivamente, y lo haga mediante Notario de Fe Pública a las mismas manos de la señora Virginia Guachalla, a quien Ud. secuestró en el momento en que dicha ciudadana recogía la carga de las oficinas de Boliviana de Aviación (BOA) el día lunes 11 de julio, obligándola a comparecer en su despacho para “confiscarle” ese medio de subsistencia con que la señora Guachalla mantiene a su humilde pero honesta y trabajadora familia; además de amedrentarla y chantajearla, cobardemente, junto con su encargada de Comunicación Ximena Ruiz (de quien recuerdo, cuando se desempeñaba como comunicadora de la Asamblea Legislativa Departamental, entregó a nuestra redacción una lista de sicarios leopoldistas que hoy trabajan con Ud. en la Gobernación. No dimos lugar a esa información que nos entregó la señora Ruiz porque Sol de Pando no conspira contra nadie ni para desestabilizar a nadie, somos simples militantes de la Sociedad Civil). No intente negar con sinuosas mentiras —a las que por lo visto acostumbra— aquel hecho delictual cometido personalmente por Ud. y sus inmediatos colaboradores al detener indebidamente a doña Virginia Guachalla para sustraerle los periódicos. Ordene a sus subalternos que dejen de hostigar y presionar a aquella laboriosa jefa de hogar. Le exijo le brinde garantías a ella y a su familia mientras sea Ud. Gobernador, que para eso lo es, para dar seguridad a los ciudadanos y no para aterrorizarlos ni chantajearlos. No nos obligue a presentar queja ante el principal Defensor del Pueblo, el Dr. Rolando Villena.
La osadía con que actuó abusando de su condición de máxima autoridad del Departamento —al extremo de haber intentado retirar los dos paquetes del TAM a “simple orden” suya aprovechando la subordinación que le deben los funcionarios militares (lo que afortunadamente no se dio ya que por razones de itinerario hice el despacho vía BOA)—, causó extrañeza a voz en cuello entre los asiduos lectores de Sol de Pando en Cobija al no haber circulado ni un solo ejemplar del quincenario en esta ciudad. No es posible que 2.000 ejemplares se hayan esfumado como por arte de magia, como no es posible tapar el sol con un dedo. Inténtelo y el resplandor de la verdad le cegará más.
Como consta en la nota de remisión que emitió BOA en su oficina de Cochabamba, se han despachado con destino a Cobija dos paquetes conteniendo cada uno 1.000 ejemplares de Sol de Pando, es decir 2.000 ejemplares, con un peso total de 39 kilos. Ese es el volumen que Ud. robó de manos de mis canillitas en las puertas de BOA, el mismo que, reitero, debe devolver ante Notario de Fe Pública previo pesaje pericial. No permitiré, aún a costa de mi vida, que mis lectores en Cobija se queden sin adquirir sus ejemplares de la edición Nro. 22 sólo porque a Ud. se le ocurrió impedir la circulación de aquel número. En uno de los paquetes existían envoltorios dirigidos a la Fsutcp y la Cipoap, en cumplimiento de convenios, entre otros. Devuelva lo que nos robó a todos, Gobernador.
No entiendo las razones de aquella su sinrazón, máxime si dice Ud. ser abogado de profesión. Cuando la tuvo retenida a la señora Guachalla en su despacho, le dijo que Sol de Pando no circularía en Cobija porque contenía difamaciones contra Ud. y su familia. Contra su familia no tengo nada y respeto su privacidad. Sol de Pando reprodujo información difundida por otros medios de prensa respecto a su desempeño nepótico como servidor público. Si eso le molesta o mella su devaluado honor, no les robe el periódico a mis lectores de Cobija. Enjuícieme, que para eso está el Tribunal de Imprenta.
El daño que ha causado con su deshonrosa e ilegal acción, tiene una magnitud que a lo mejor su mezquina visión no le permite dimensionar. Ha atentado contra mi derecho al trabajo y contra mi trabajo mismo. Usted que conoce algo de producir periódicos al apoyar a su hermano con “Expresión de Pando”, debería saber que realizar una obra como Sol de Pando quema pestañas y deteriora la salud. Obtener la información abriendo diversas fuentes, sistematizar los datos y redactarlos, diagramar las páginas, editarlas, corregirlas, luego empaquetarlas y embarcarlas a varias ciudades del país, sin más apoyo que mi pasión de periodista, no es darse un cuesco si cree apestosamente que lo es. Y encima quitarle el pan a la boca de mis hijos para cubrir los elevados costos que supone elaborar e imprimir un producto de excelencia, como el que merece el pueblo de Pando, ni le digo.
En su afán de encubrir sus turbios negocios familiares abusando de su función pública, Ud. se faltó el respeto y nos faltó el respeto a todos. Le faltó el respeto al señor vicepresidente García Linera cuya declaración e imagen figuraban en primera plana. Le faltó el respeto al hermano Lucio Ayala de la Cidob que nos brindó una entrevista reclamando el retorno de los Pacahuara a Pando, les faltó el respeto a los Pacahuara, le faltó el respeto a la Fsutcp que emitió un documento propugnando una nueva Ley Forestal y, lo que es más dañino, faltó el respeto a las pocas pero muy solidarias empresas e instituciones que con su apoyo publicitario nos permiten cubrir costos y dar vida a Sol de Pando, entre ellos la ONG Crecer, el Banco Unión, Boliviatel, Alba-TCP y la Aduana Nacional, que nos eligieron como vehículo para llegar al mercado de Cobija, sin sospechar jamás que nada menos un Gobernador pondría semejante traba a esta opción inédita de desarrollo local.
Cambie de conducta Gobernador, se lo exige el proceso de cambio del cual es Ud. funcionario. Honre la confianza que depositó en Ud. el presidente Evo Morales. Para empezar devuélvanos lo que nos quitó en su, quizá, bienintencionado pero ilegal deseo de “proteger” a su familia de las “difamaciones” de Sol de Pando. Deje de abusar de su poderoso cargo.
Wilson García Mérida
Director Sol de Pando